Conversaciones con Neto Rivas

Filosofía. Editorial, La danza de los millones.

Buenos días! Hoy es el primer día del resto de mi vida


EL PENSAMIENTO DEL DÍA


“Las diferencias de raza son una de las causas or las que es de temer que existan siempre las guerras; porque la raza implica diferencia, la diferencia implica superioridad y la superioridad conduce al predominio”.

Benjamín Disraeli (1804 -1881) Estadista británico; personaje literario. Fue dos veces primer ministro de Inglaterra.


LA ESQUINA DE LA FILOSOFÍA DEL LUNES

Seguimos con el excelente trabajo del Lic. Jaime Vargas Flores, “Pensamiento filosófico de la ética política, con relación al México actual”. Recomiendo sinceramente su lectura y les sugiero que lo compartan con sus amistades políticas, porque enseña mucho.LA FILOSOFÍA POLÍTICA MODERNA

3) Hobbes

Hobbes parte de una antropología que incluye teorías sobre las pasiones, sobre el valor, sobre la motivación, etc. Su argumento le conduce a una de las más completas defensas del absolutismo. Entre las características humanas destaca la razón, que permitiría a cada uno revivir el argumento de Hobbes.

Este es un hecho clave, porque equivale a decir que un poder absoluto está racionalmente justificado para cualquier ser humano bien informado, y racionalmente justificado en general. Pero la justificación del estado totalitario que realiza Hobbes en el Leviathan no es sólo una teoría política; es además una teoría moral.

El estado de naturaleza del que parte su argumento es un estado pre-moral. La moral se genera mediante el mismo pacto que sirve de base al poder político, y tiene su misma justificación. La moral es otro instrumento para garantizar la seguridad y la paz necesarias para que cada individuo realice sus deseos con completa libertad. Poder político absoluto y moralidad están al servicio del individuo. Pero para ello el poder político carece de límites, y la moral tiene demasiados, pues es una moral de mínimos.

En Hobbes aparece explícitamente lo que en Maquiavelo estaba supuesto: que el estado es una institución separada del individuo; éste se siente ajeno a la organización estatal. El estado es, para Hobbes, una coacción perpetua sobre el hombre-individuo (aunque aceptada por el sujeto racional como medio para la seguridad y la paz). La consecuencia del pensamiento de Hobbes, aunque probablemente no fuese esta su intención, se resume en que el individuo ya no será más que un hombre en o para el estado, sino un hombre frente al estado.

3.1 El ciudadano y el Estado

Admirador del método analítico-sintético de Galileo, se propuso descomponer la sociedad en sus elementos y recomponerlos luego en un todo lógico sistemático. Su filosofía política es, pues, también, más racionalista que empirista, obsesionada muy cartesianamente por la necesidad de nociones exactas y definiciones claras y rigurosas que le sirvieran de base, por más que también aquí se negase a admitir ideas innatas y se guiase por situaciones muy empíricas.

Antiaristotélico por sus tesis, coincide, sin embargo, con el maestro griego en el propósito de promover una "vía media" entre las tensiones partidarias extremas, y en el poner el lenguaje como base de la sociedad y del Estado:

Si el lenguaje no hubiera habido entre los hombres ni Estado, ni Sociedad, ni Contrato de Paz, como tampoco lo hay entre los leones, los osos y los lobos.

El lenguaje hizo del hombre un ciudadano, es decir, le hizo hombre, pues, sin el contrato, el hombre es un lobo para el hombre.

Las dos afirmaciones centrales que organizaron su pensamiento, al imponerle deductivamente la necesidad del cálculo racional como razón de ser del Estado, serán éstas (que, en su opinión, reflejan dos hechos de la mayor importancia):

· En primer lugar, la igualdad natural (biológica de los hombres:
La naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades corporales y mentales que [...] aún el más débil tiene fuerza suficiente para matar al más fuerte, ya sea por maquinación secreta o por federación con otros...

· En segundo lugar, la escasez de los bienes que todos los hombres apetecen, como consecuencia de sus necesidades. Y así, de la igualdad [en las fuerzas en competición] procede la inseguridad, y de la inseguridad la guerra

Su clásica defensa del poder absoluto no será la defensa del monarca autócrata que hacían los partidarios de éste, basada en la proclamación del derecho divino (un recurso no menos sobrenatural que el recurso al demonio): será una tesis utilitaria, a la que llegará por el camino del individualismo burgués y laico, y tendrá como objetivo la conservación de la paz en interés de los integrantes de la sociedad civil sobre todo, de los integrantes menos favorecidos por las estructuras tradicionales, pero que tampoco fueran de los que no tenían nada que perder).

El derecho del soberano se funda en el contrato (contrato entre iguales, no pacto entre el soberano y los súbditos); porque el Estado no es una realidad "por naturaleza" que se imponga de suyo, sino, al contrario, es resultado de la puesta en común de los intereses de sus componentes. Se trata, desde luego, de un supuesto lógico, no histórico, como si hubiera habido un verdadero convenio fundacional; y no se refiere a los hombres primitivos (ni a una presunta "naturaleza humana universal") sino a los hombres tal como Hobbes los conoce. El "estado natural de los hombres "antes" del Estado debe entenderse, pues, como la condición hipotética en que esos hombres que Hobbes conoce se hallarían necesariamente si no hubiera un poder como el del Estado.

El "hombre natural", como todo cuerpo, tiende a autoafirmarse y autoconfirmarse ("primera ley del movimiento"). Tiene, en consecuencia, un derecho natural a hacerlo: lo que los escritores llaman comúnmente jus naturale es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder como él quiere para la preservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia vida, y, por consiguiente, de hacer toda cosa que en su propio juicio y razón conciba como el medio más apto para aquello

Ahora bien, esa misma tendencia da a los hombres, como su condición primera, la colisión, el conflicto; por sí sola llevaría, pues, a la guerra de todos contra todos. Pero hay una "segunda ley del movimiento", que impulsa al individuo a ceder una parte de aquel derecho a cambio de una cesión similar por parte de los demás:

Que un hombre esté dispuesto, cuando otros también lo están como él, a renunciar a su derecho a toda cosa en pro de la paz y la defensa propia [...] y se contente con tanta libertad contra otros hombres como consentiría a otros hombres contra él mismo

La segunda ley no se opone en modo alguno a la primera, antes bien, la confirma, porque "el motivo y el fin del que renuncia a su derecho o lo transfiere no son otros que la seguridad de su propia persona, en su vida y en los medios de preservarla", es decir, en la propiedad.

Próxima semana, 3.2 Totalitarismo


EDITORIAL

LA DANZA DE LOS MILLONES

La reciente venta a intereses extranjeros de varias industrias, entre ellas La Constancia y Cemento CESSA y más tarde de todos los bancos y empresas conexas del sistema financiero, ha generado una súbita riqueza para pequeños accionistas (además de los grandes que ya eran muy ricos) que han visto sus modestas inversiones, tornarse, de la noche a la mañana en millonarios rendimientos, libres de impuestos.

Para citar un solo ejemplo. Un accionista que, de su propio dinero, originalmente haya invertido en 1990 en el Banco Cuscatlán 100,000 colones ($11,500 al cambio actual), recibirá a mediados de este año, $300,000 y un poco más tarde un tanto más, todavía indeterminado, sujeto a ajustes finales da la operación.

El producto de estas ventas de los bancos únicamente, que se estima bastante arriba de los cinco mil millones de dólares, está o va a estar pronto en manos salvadoreñas. Entre la Constancia y CESSA la venta generó una cantidad superior. El problema ahora es, qué hacer con tanto dinero. La economía nacional no ofrece oportunidades de inversión como para absorber esas cantidades de dinero y los réditos que ofrece el sistema bancario son diminutos comparados con lo que se puede obtener fuera del sistema.

Esto explica las razones por las que la venta de bienes raíces, sobre todo en condominios de apartamientos habitacionales, ha tomado un auge inusitado. Son literalmente docenas de edificios de apartamentos de lujo que se han construido o se están construyendo y tan pronto son puestos a la venta en planos estos son adquiridos por inversionistas cuyos bolsillos están rebalsando de dólares. Las propiedades rurales, sobre todo las de café no están usufructuando de esta bonanza por la incertidumbre que el mercado del grano, en particular y la agricultura en general, ofrece.

Los bienes de consumo, particularmente automóviles y otros artículos de lujo, pasan ahora también por un período de auge.

Por aquellas razones muy conocidas, quien no participa de esta bonanza es el gobierno. Todas las utilidades que los beneficiarios percibirán están libres de impuestos pues hace muchos años, los impuestos de ganancia de capital y de patrimonio fueron eliminados, como lo fue también el de donaciones y sucesiones. En El Salvador solo son sujetos a pago de impuesto de ganancia de capital aquellos que se dedican al negocio de compra-venta profesionalmente o cuando la propiedad se vende dentro de los tres años después de haber sido adquirida. Tampoco hay impuesto predial, a pesar de las constantes recomendaciones de organismos financieros internacionales y de instituciones como Fusades.

El envidiable dilema que la imprevista riqueza presenta es, ¿qué hacemos con nuestra plata? La respuesta es obvia. Luego de invertir un poco en el país, saquemos el resto. Los que saben estiman que entre el 70 y el 90 por ciento de esa multimillonaria suma se queda o se va fuera del país.

Realmente no se les puede culpar, principalmente por la falta de oportunidades para invertir en El Salvador, aunque también por un cierto sentido de inseguridad y en el afán de buscar adonde colocar su dinero.

Ese dinero no sale de la economía nacional. Es dinero que no estaba antes y que vino de afuera, de los nuevos propietarios. En consecuencia nuestra economía no sufre, pero deja de beneficiarse cuando ese dinero se va o cuando el Estado no percibe impuestos.

En cierto sentido, el país ha ganado también, no solo los accionistas, pues el sistema bancario está ahora en manos de profesionales de la banca de comprobada experiencia y seriedad. Se terminaron los días de favoritismos y abusos a los que nos vimos sometidos desde siempre y ahora podemos tener la seguridad que nuestros bancos están respaldados por conglomerados supraregionales que garantizan su buen y sano manejo. Si alguna vez hubo temores o dudas sobre los fondos de pensión encargados a las AFPs estos se desvaneces y el gobierno tendrá que respetarlos sin lugar a duda alguna.


NUEVO CAMARLENGO DE LA IGLESIA CATÓLICA

El pasado Miércoles Santo, Benedicto XVI aceptó la renuncia del cardenal español Eduardo Martínez Somalo al oficio de camarlengo de la Santa Iglesia Romana, en cumplimiento de lo previsto en la constitución apostólica "Universi Dominici Gregis" y llamó a sucederle en el mismo oficio al cardenal Tarcisio Bertone, S.D.B, secretario de Estado.

El nombramiento es importante porque el Camarlengo de la Iglesia Católica es la persona que confirma oficialmente el fallecimiento de un papa, destruye los símbolos apostólicos –el anillo y el sello--, sella la habitación y el estudio del papa fallecido, convoca a los cardenales electores al concilio que elegirá al nuevo pontífice y lo preside y coordina hasta tanto un nuevo papa es electo. El Camarlengo, que certificó la muerte, queda a cargo de la administración del Vaticano, hasta que exista otro Papa.

El nombramiento del Cardenal Tarcisio Bertone, en el cargo de camarlengo es significativo, no solo por la importancia del cargo sino porque Bertone es también secretario de estado, la posición más importante de la Iglesia, después del papa. La estructura del pontificado no contempla la posición de un “vice papa”, ni atribuye esas funciones a ninguno de los cardenales. Es solo de hecho que se considera la secretaría de estado como el segundo cargo más importante en la estructura del Vaticano. Es el camarlengo quien sustituye al pontífice en sus funciones administrativas cuando fallece.

Es muy raro que un cardenal camarlengo sea electo papa. León XIII (1878 – 1903) fue camarlengo de Pío IX (1846-1878) a quien sucedió. El Cardenal Bertone, actualmente de 73 años podría ser una excepción, por el cargo que ocupa. La edad promedio a la muerte de los papas fallecidos desde 1700 es de 78 años. El papa que más joven falleció fue Juan Pablo I, quien en 1978 ejerció sus funciones por menos de un año, a los 65 años y el mayor, León XIII, en 1903, a los 93 años. Benedicto XVI fue electo a la edad de 78 y tiene actualmente 80 años. El papa que ha sido elegido a mayor edad fue Clemente X (1670-1676) a los 86 años.

Hasta mañana, si Dios quiere.