sábado, octubre 07, 2006

La columna del domingo

LA LITERATURA EN ELTANGO Y EL TANGO EN LA LITERATURA

Ernesto Rivas Gallont

La influencia de Rubén Darío es también determinante. Tras su llegada a Buenos Aires en 1893 se convirtió en maestro de esos poetas menores que aplicaron su inspiración a acompañar con letra las melodías desgarradas del tango

Cuando en julio del año pasado escribí una columna dedicada al tango de Alfredo Lepera, “El día que me quieras”, http://www.todotango.com/Spanish/biblioteca/letras/letra.asp?idletra=216 me referí a la presencia de la literatura en el tango. Lepera, apasionado lector de poesía, se ve notablemente inspirado por un poema de Amado Nervo. Allí uno puede comparar los versos de Lepera y los de Nervo; éste comienza su poema diciendo: “El día que me quieras tendrá más luz que junio”, y su admirador dijo: “El día que me quieras, la rosa que engalana”. Otras similitudes se evidencian cuando Nervo escribe: “La noche que me quieras será de plenilunio” y Lepera: “La noche que me quieras, desde el azul del cielo”. Los vínculos de ambos también son los mismos: la rosa, la fuente cristalina, el canto o el rumor de una melodía.

Hornero Manzi, profesor argentino de literatura y gran admirador de Federico García Lorca, en 1936 dejó que su famosa "Milonga triste" (música de Sebastián Piana) que puedes escuchar en http://66.33.36.31/fvc/websites/todotango/www//spanish/biblioteca/letras/letra.asp?idletra=254 (Letra de Carlos Flores y música de Claudio Frollo) y “La novia ausente” (Letra de G. D. Barbieri y música de Enrique Cadícamo).

En ambos sucede algo inesperado: Gardel interrumpe su canto y recita los versos de la Canción de otoño en Primavera y la Sonatina, de Darío.

La lluvia de aquella tarde / nos acercó unos momentos... / pasabas... me saludaste, / y no te reconocí... / En el hall de un gran cinema / nos cobijamos del agua, / y entonces vi con sorpresa / tu envejecido perfil.

Al verte los zapatos tan aburridos / y aquel precioso traje que fue marrón, / las flores del sombrero envejecidas / y el zorro avergonzado de su color... / no quise creer que fueras la misma de antes / la rubia de la tienda "La Parisiene" / mi novia más querida cuando estudiante / que incrédula decía los versos de Rubén.

"...juventud, divino tesoro / te fuiste para no volver / cuando quiero llorar no lloro / y a veces lloro sin querer..."

Resuelto corrí a tu lado / dándome cuenta de todo, / quería besar tus manos... / reconquistar tu querer... / Comprendiste mi tortura / y te alejaste sonriendo... / !Fué tu lección tan profunsda!... / Sólo se quiere una vez!

Y en “La novia ausente” http://www.todotango.com/Spanish/biblioteca/letras/letra.asp?idletra=502

A veces repaso mis horas aquellas / cuando era estudiante y tú eras la amada / que con tus sonrisas repartías estrellas / a todos los mozos de aquella barriada. / ¡Ah! las noches tibias... ¡Ah! la fantasía / de nuestra veintena de abriles felices, / cuando solamente tu risa se oía / y yo no tenía mis cabellos grises.

Íbamos del brazo / y tú suspirabas / porque muy cerquita / te decía: "Mi bien... / ¿ves como la luna / se enreda en los pinos / y su luz de plata / te besa en la sien?" / Al raro conjuro / de noche y reseda / temblaban las hojas / del parque, también, / y tú me pedíasque te recitara / esta "Sonatina" / que soñó Rubén:

(Recitado:)"¡La princesa está triste! ¿Qué tendrá la princesa? / Los suspiros se escapan de su boca de fresa. / Que ha perdido la risa, que ha perdido el color... / La princesa está pálida en su silla de oro, / está mudo el teclado de su clave sonoro / y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

¿Qué duendes lograron lo que ya no existe? / ¿Qué mano huesuda fue hilando mis males?

¿Y qué pena altiva hoy me ha hecho tan triste, / triste como el eco de las catedrales? / ¡Ah!... ya sé, ya sé... Fue la novia ausente, / aquella que cuando estudiante, me amaba.Que al morir, un beso le dejé en la frente / porque estaba fría, porque me dejaba".


Los lazos entre el tango y la literatura se fueron haciendo cada vez más evidentes. No es simple casualidad que tres de los más destacados escritores argentinos del siglo XX, Sabato, Borges y Cortázar, hayan estado, de una manera u otra, fuertemente ligados al espíritu del tango. Ernesto Sabato escribió un ensayo sobre el género y compuso dos tangos a los que Anual Troilo y Julio de Caro pusieron música: "Al Buenos Aires que se fue" y "Alejandra”. Julio Cortázar se identificó siempre con el tango. Hace dos años, en junio de 2004, Cortázar publica su obra musical “Cortázar desde el Tango”, que fue un resonado éxito internacional.

Lo que Borges pensaba del tango está en su biografía de Evaristo Carriego y en el ensayo de los que integran "El idioma de los argentinos". Además de su poema "El tango" donde para el poeta "hecho de polvo y tiempo, el hombre dura/ Menos que la liviana melodía/ Que sólo es tiempo. / El tango crea un turbio/ pasado irreal que de algún modo es cierto..."

¡Hasta mañana!

(Por un error mío --culpemos a que todavía estoy aprendiendo a menejar este programa-- borré inadvertidamente la entrada del viernes 6 y no es posible recuperarla. Lo lamento y pido disculpas)

3 comentarios:

Salvador dijo...

Gracias Ernesto por este agradabilisimo regalo del 10/08/06.

La sensibilidad de los seres que se enteren de esta joya literaria-
musical, la sabran calificar cada vez mejor.

Afectuosamente, siempre,
Salbvador J.

Anónimo dijo...

¨Me pregunto Neto: así como Gabo compartía (o comparte...) manuscritos con el "castaway" de la perdida perla caribeña, ¿será que Neruda alguna vez la hablo de poesía y tango a Chamba Allende...?
¿...o nuestro Roque a sus cheros?
...cuanta sensibilidad alborotada en este continente...!!!
Como para filosofar con Tío, por la poesía, la música, e inavitablemente, la política...por horas y horas...

Unknown dijo...

Muchas gracias a todos por sus comentarios tan positivos. Iguales oponiones he recibido directamente en mi buzón de correo.

Armando, te has perdido de un placer extraordinario. Te recomiento adquieras La Humedad del Secreto,publicada por CONCULTURA en 1994, la antología poética más completa de Roque Dalton, publicada hasta la fecha.