lunes, septiembre 25, 2006

Buenos días. Espero que hayan disfrutado el fin de semana.

EL PENSAMIENTO DEL DIA

Vivimos en el mundo cuando amamos.Solo una vida vivida para los demásmerece la pena ser vivida.
Albert Einstein

LA ESQUINA FILOSÓFICA DEL LUNES

La palabra Filosofía significa amor a la sabiduría y en un sentido amplio consiste en la búsqueda de la verdad, se diferencia del mito y de la religión en que busca respuestas utilizando la razón, es decir, analizando el Universo y sus causas, la causa última u origen del todo sería el objeto de la metafísica, parte central de la Filosofía, pero ésta también se ocupa tradicionalmente de otros aspectos del saber que se han ido convirtiendo en ciencias o disciplinas con categoría propia como la Lógica o la Psicología. La diferencia entre ciencia y filosofía está en que la ciencia sólo se ocupa de una parte de la realidad, mientras que la filosofía aspira a explicar la totalidad, allí donde no llega la ciencia ni la religión aparece el saber filosófico.

Pero ¿qué es la verdad? (Y los salvadoreño debemos saberlo). Ante cualquier pregunta lo primero que debemos hacer es tener claro aquello sobre lo que estamos preguntando, pues la primera pista para encontrar la respuesta esta contenida en la naturaleza misma de la pregunta. La verdad en sí misma es la verdad ontológica, mientras que el conocimiento de la verdad se encuentra siempre dentro de un enunciado del lenguaje, decimos que algo es verdadero o falso, en este enunciado existen dos elementos básicos: el Sujeto que conoce y el Objeto aludido o predicado; pero no todo conocimiento es verdadero, sólo cuando éste se corresponde con la verdad ontológica podemos conocer las cosas tal como son, es decir, cuando la representación mental del objeto se ajusta a sus características reales. Sin embargo esta representación nunca es exacta porque está limitada por los datos obtenidos y por factores psicológicos y sociales, de lo cual deducimos que las verdades del conocimiento no pueden ser absolutas, lo más que podemos hacer es acercarnos a la Verdad con un espíritu crítico, aunque sin caer en el escepticismo. La historia del pensamiento humano es una crónica apasionante que constituye una guía y un motivo para la reflexión, pues todos somos un poco filósofos, nuestra capacidad de abstracción nos permite acceder a una realidad superior a la de los animales.

COMENTANDO LA NOTICIA

Todavía siento un dolorcito de estómago, cuando pienso en las declaraciones del presidente Saca en Nueva York, en el sentido que El Salvador tiene experiencia en limpiar territorios de minas mortales y, por eso, consideraría satisfacer la solicitud del primer ministro italiano Romano Parodi,, cuyas tropas coordinan, por hoy, la misión sostenedora de la paz en Líbano, de que mandemos tropas a Líbano para desminar los territorios donde los libaneses, Hesbolá y los judíos, plantaron el mortífero pertrecho de guerra.

Quiero ampliar un poco en relación a lo que Saca fue a decir allá.

Desminar, es el proceso de remover minas terrestres de un área. Hay dos tipos distintos de detección y remoción: militar y humanitario. A lo que nuestras tropas irían es al segundo. Desminado humanitario, requiere que todas las minas sean removidas, de suerte que el área pueda ser utilizada, sin temor alguno, para fines productivos.

En la actualidad, el método principal utilizado para el desminado humanitario es detección manual, utilizando detectores y asas especiales, detección por perros específicamente entrenados para ello, y detección mecánica utilizando vehículos blindados equipados con mayales o artefactos similares. En muchas circunstancias, el único método que se ajusta a los requerimientos de Naciones Unidas para el desminado humanitario efectivo, es la detección y desarme. Mientras muchas minas tienen un contenido metálico importante y son fáciles de descubrir con detectores de metales, muchas minas anti-personales y algunas anti-tanques tienen muy poco contenido de metal y son mucho más difíciles de localizar. El procedimiento es, normalmente, lento, costoso y peligroso, aunque nuevas tecnologías pueden aportar alternativas efectivas.

Recordemos que los que vinieron al país a desminar la tierra minada, hace más de 15 años, fueron especialistas de Naciones Unidas. Tropa salvadoreña, asistió a los expertos. Si el presidente Saca, cree que nuestras tropas tienen la experiencia necesaria para contribuir a que este peligroso proceso se lleve a feliz término, lo debería explicar públicamente.

Desenterrar minas puede aportar beneficios tangibles para las poblaciones próximas a áreas minadas. Aquellos que implementes este trabajo, inevitablemente desearán concentrarse en el trabajo específico que tienen por delante, es decir, limpiar las tierras de las peligrosas minas para reducir el temor de las poblaciones de sus alrededores y que puedan reintegrarse a sus labores en el campo. Sin embargo, estos beneficios se pueden ver socavados si el trabajo no se realiza por expertos con buena organización y financiamiento.

A principios de este mes, el primer ministro finlandés anunció que su país enviará a Líbano un contingente de 250 personas, para trabajar conjuntamente con las fuerzas de Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, en el desminado de territorios libaneses que están anegados de minas terrestres y bombas sin explotar.

El plan del gobierno finlandés incluye el envío a finales de octubre, de un pequeño grupo de inteligencia militar. El contingente especializado viajará un mes después.

La misión tendrá un costo para Finlandia de poco más de $21 millones y, para 2007 proyecta un gasto adicional de $35 millones. De estos costos, NNUU reembolsará a Finlandia cerca de $9 millones, según informó el primer ministro.

Hay también empresas privadas, sobre todo africanas, organizadas por individuos, frecuentemente inescrupulosos, que contratan mano de obra extremadamente barata y mayormente ignorante, para dedicarla a trabajos de desminado. Hay asimismo individuos que por salarios deleznables se dedican a ese trabajo.

¿No será que lo que el señor Prodi busca es mano de obra barata? Y ¿de donde piensa el presidente salvadoreño sacar los fondos para financiar este costoso proyecto?

Mis disculpas. Ayer, en un error, obviamente, inadvertido, escribí “TIENE” en vez de “TIENE”, en el título de mi columna. Mis sinceras disculpas.

Hasta mañana

No hay comentarios.: